Son muy conocidas sus propiedades beneficiosas para el aparato digestivo, así como para combatir el estreñimiento, el consumo del aceite de oliva en crudo favorece las distintas funciones digestivas y favorece la absorción intestinal de los diferentes nutrientes esenciales.
Otra práctica muy útil, aunque poca conocida, para evitar los ronquidos, es tomar una cucharada de aceite de oliva virgen antes de irnos a la cama, de esta forma lubricamos los músculos de la garganta evitando así este incomodo compañero nocturno. También lo podemos utilizar en nuestros oídos para la extracción de tapones, unas gotas días antes, reblandecerá y suavizara el proceso, incluso nuestros pies cansados agradecerán un buen masaje con un buen aceite de oliva.
Todo esto solo son algunas de las propiedades y virtudes de un buen aceite de oliva, por ello debería convertirse en un compañero imprescindible de nuestra dieta, ya que nos ofrece todo un mundo de posibilidades, no solo aporta sabor a nuestros platos, si no que cuida de nuestra salud.